Photobucket

sábado, 8 de agosto de 2009

El gato madrugador




Hace noches atrás, un gato acosa mi venta en la madrugada. Hace unas semanas que no deja de visitarme a tantas horas de la noche, más bien de la madrugada. Hace unos días que solo me empezaba a ver con esos ojos grandes y profundos, pero sólo hace unas horas, me puse a meditar la razón por la que venía puntualmente a esa hora.

Primero lo ví asustada pensando que solo venía en la noche a comer las croquetas de mi perrita, pero con el paso del tiempo, ví que solo venía a sentarse en la bardita del patio, que daba a la ventana en donde yo me conectaba redactando mis ensayos, y escuchando a Mercury Rev. ¡Quién lo diría! A éste gato parecía que lo facinaba Mercury, porque otras noches que ponía otra música, ni siquiera se oían sus maullidos lejanos. También descubrí que gusta de Nico Muhly y de música clásica como Motzart y Vivaldi; pero creo que su musica favorita es de Camera obscura, ya que inclusa se sienta agusto y empieza a ronrronear.

Ya me acostumbré a su visita nocturna, pidiendo una smigajas de bolillo y cancione stranquilas para ser una compañia algo extraña, ya que solo me platicaba su día en dos a cuatro ronrroneos. Nunca lo he acariciado, y mucho menos él me lo ha pedido. Pero lo que sí he hecho e spreguntarle porqué viene conmigo y porqué me ve con esos ojos tan grandes y profundos. No me ha respondido, y creo que no me responderá, pero siento cada vez más su mirada clavada en mi cuando escribo algo. Sus ojos en ese momento se vuelven color escarlata, y cuando me retiro a descansar, me despide un maullido que lo escucho desde mi cama.

Ese gato, se convirtió en mi reflejo: alguien que es madrugada, alguien que sólo completa, alguien sigiloso y alguien que te hace una compañía sencilla, pero confortante. Él y yo somos madrugada.

1 comentario:

andrea dijo...

Un día había uno en mi ventana, creí que era un ladrón...